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sábado, 10 de febrero de 2024

LOS PELÍCANOS DE SENEGAL

Desde Saint Louis fuimos al Parque Nacional Djoud. Era una zona de humedales y marismas que atraía a numerosas aves. Considerada la tercera reserva ornitológica del mundo y Patrimonio de la Humanidad.

Leímos que tres millones de aves migratorias pasaban por el parque a lo largo del año. En la misma entrada ya vimos una laguna repleta de aves amontonadas, que alzaban el vuelo al acercarnos.
 


El embarcadero estaba a 7km del Centro de visitantes. Cogimos una barca con toldillo compartida. Navegamos por el río Senegal casi dos horas. Las orillas tenían hierbas altas tipo junco y otras como plumeros sobre los que se posaban las aves.

Lo más abundante y espectacular eran los pelícanos blancos de pico amarillo. Nadaban en el agua en grupos numerosos de 20 o 30 ejemplares. Agitaban las alas salpicándose agua, y hundían el cuello en el agua para pescar.
 


Había abundancia de aves, en el agua y revoloteando: garzas blancas de largo cuello, águilas pescadoras, patos, cormoranes, Martin pescador.

Pasamos por zonas con nenúfares flotantes de flores blancas.




Llegamos a una isleta donde se apiñaban cientos de pelícanos. La mayoría eran crías de pelaje gris oscuro. Los blancos eran los adultos y los amarillos los ancianos. No paraban de llegar en bandas al islote, casi no cabían en la estrecha franja.

También vimos un cocodrilo acechando en el agua y grupos de facoceros, el jabalí con cuernos, con sus crías.

Todo lo que vimos en el Parque Djoudj fue una maravilla, un espectáculo de la naturaleza. Al salir paramos en un campamento para tomar algo. El lugar era precioso, con nenúfares en un recodo del río. Un día de viaje fantástico.


jueves, 23 de noviembre de 2023

NADANDO ENTRE TORTUGAS EN CABO VERDE


En  la Isla Sao Vicente nos esperaba otra sorpresa del viaje. En la playa de Sao Pedro, cerca de Mindelo, tuvimos la oportunidad de ver y nadar entre tortugas. Contratamos una excursión con Dilson. Le preguntamos si era temporada para verlas y dijo que estaban todo el año. Éramos un poco escépticos, pero Dilson tenia razón y superó todas nuestras expectativas.

La barca de unos pescadores nos llevó hasta unas boyas, no muy alejadas de la costa. Las vimos nadando en la superficie. El barquero les tiró pescado troceado y aparecieron un grupo de cinco o seis tortugas grandes nadando junto a la barca.



Nos colocamos la máscara y tubo y nos sumergimos. Fue increíble. Las tortugas nadaban a nuestro alrededor muy cerca, sin temernos, y a veces nos rozaban.

Los caparazones eran marrón dorado y tenían la piel de cabeza y aletas con un dibujo reticulado. La cabeza era pequeña comparada con el caparazón. Nos dijeron que no tocáramos la cabeza para evitar mordiscos. Ellas nos rozaban con las aletas, como jugando con nosotros. 


Dilson nos prestó una funda impermeable para el movil, y pudimos hacer fotos y vídeo, aunque la pantalla no me obedecía del todo, tal vez entró aire. 

Se acercaban y alejaban con su movimiento de aletas ondulante, nadando entre otros peces rayados, con el fondo azul del mar. En el silencio submarino nos parecía oir los sonidos de su deslizamiento. Al fondo vimos una manta raya. Fue una gran experiencia viajera, la disfrutamos mucho. 





Por la tarde visitamos el Faro de playa Sao Pedro y hablamos con el farero, que llevaba siete años trabajando allí. Nos dejó subir por la escalera de caracol y desde allí contemplamos la puesta de sol. 



lunes, 13 de noviembre de 2023

SAO NICOLAU: CARBEIRINHO Y PISCINAS NATURALES



En Sao Nicolau fuimos a ver la caldera volcánica de Carbeirinho, junto al mar. Bajamos por unas escaleras de madera y vimos la pared de la caldera con vetas en tonos ocres y blancos, teñidos de naranja con la luz del atardecer.

La lava, la erosión del mar y las sales depositadas habían formado aquellos dibujos veteados, un capricho de la naturaleza. Parecían salidos de la paleta de un pintor. Un lugar especial.


Otro día fuimos en aluguer a Juncalinho, más al este de la isla. Era un pueblo de pescadores con calles de tierra roja, pocas casas y una pequeña Iglesia blanca y azul.
Caminando quince minutos estaban las piscinas naturales de la Lagoa. Queríamos bañarnos pero había bandera roja y estaba prohibido. La fuerza del oleaje invadía las piscinas y podía arrastrarnos mar adentro. Así que disfrutamos del espectáculo.




Decidimos probar el baño en las piscinas naturales de Largo, en otra zona de la isla. Bajamos por las rocas y vimos una piscina circular grande y otras más pequeñas. En la grande era imposible porque el mar se adentraba por oleadas y nos hubiera arrastrado.
Vimos que la más protegida estaba en un lateral. Nos bañamos echando un ojo al oleaje que rompía muy cerca. No estaba muy fría y el color del agua era bonito, se transformaba con la espuma.

Hicimos un picnic allí mismo y comimos sandwiches y plátanos. Luego salimos a la carretera a esperar un aluguer, pero había poco tráfico. Paró el coche de un chico y nos llevó hasta Tarrafal; no quiso aceptar escudos a cambio. Era un ejemplo más de la amabilidad de los caboverdianos. 




viernes, 10 de noviembre de 2023

SAO NICOLAU, LA ISLA TRANQUILA

Llegamos a Sao Nicolau con el Ferry Dona Tututa de la compañía Interilhas en un trayecto de 5 horas desde Sao Vicente. Sao Nicolau era la isla más tranquila. Nos alojamos en la población marinera de Tarrafal, y desde allí hicimos excursiones a otras zonas de la isla, con transporte local, las furgonetas que llamaban aluguer, y haciendo senderismo.


En Tarrafal visitamos el pequeño Museo de Pesca. El edificio era bonito, pintado de amarillo y con una escalinata de doble entrada. Mostraba redes, fotos de los antiguos balleneros y las latas de conserva de atún, rojas y con la imagen de un barco en la lata. Las latas eran de la industria conservera Sociedade Ultramarina de Conservas (SUCLA), ubicada en Tarrafal. También había piezas de marfil con barcos tallados.




Ribeira Brava estaba a solo 27km de Tarrafal. Llegamos en aluguer. Pasamos cerca de Monte Gordo, de 1312m de altura y origen volcánico, y por por Faja de Baixo, muy verde, la zona más fértil de la isla.. Aprovechamos las paradas para hacer fotos del paisaje y de algunos burros del camino. 




Ribeira Brava nos gustó más que Tarrafal como pueblo. Tenía una plaza con una bonita iglesia, Nossa Senhora de Rosario. Al otro lado de la plaza una escuela con una columna alta con un busto.
Callejeamos y vimos algunas casas coloniales, verdes y azules, el antiguo hospital, un parque con una glorieta verde y el Mercado. 



Las mercearias eran las tiendas de colmados o ultramarinos, que vendían un poco de todo, con estantes llenos de productos y básculas antiguas. 



sábado, 4 de noviembre de 2023

SAO ANTAO, VALLE DE PAUL


El plan del segundo día en Sao Antao era hacer senderismo desde el Cráter de Cova a Paul, otra ruta de 16km. Era una ruta panorámica atravesando montañas verdes y terrazas escalonadas con cultivos.

Paramos en varios miradores y en el Paso Delgadinho, la carretera que dividía la Ribeira Grande de la Ribeira Torre. Los picos rocosos abundaban, con paisajes de gran belleza.

En el Cráter de Cova empezaba el sendero. Era un camino empedrado descendente en zigzag hacia el Valle de Paul. Al principio nos envolvió una densa niebla, pero luego se disipó.

El Valle de Paul era un mosaico de cultivos. Había plantaciones de caña de azúcar con plumeros en la parte superior, mangos, mandioca, plataneros, papayas, aguacates...era un auténtico vergel, regado por numerosos arroyuelos. Allí no faltaba el agua, como en otras islas de Cabo Verde.
Las casas tradicionales de los agricultores tenían tejadillos de cañizo, sujeto con tiras. Nos cruzamos con aldeanos cargando sus fardos a la espalda o en la cabeza. Nos saludaban con un "Bom dia" y estaban dispuestos a charlar. Comimos pescado con patatas en un pueblo del camino.
Pasamos por el pequeño Cidade das Pombas, y llegamos al pueblo de Paul, junto al mar. Fue una caminsta preciosa.


Otro pequeña aldea en un entorno precioso fue Xoxo  salpicada con picos rocosos puntiagudos y con unas cascadas. Todos los paisajes de Sao Antao eran de gran belleza.